Afinar el equipo para gobernar con precisión
Los ajustes recientes en Fortaleza fortalecen la capacidad de ejecución del Ejecutivo en coyunturas complejas


La efectividad de un gobierno no se mide únicamente por las decisiones que toma. También se mide por la capacidad de su equipo para ejecutarlas con precisión y coherencia en momentos de particular complejidad. Gobernar implica anticipar escenarios, coordinar esfuerzos y sostener la ejecución aun cuando el entorno político y administrativo se torna exigente. Desde esa perspectiva deben analizarse los recientes ajustes en Fortaleza, no como movimientos reactivos, sino como parte de un proceso deliberado de afinamiento conforme avanzan los retos del Ejecutivo.
En los gobiernos, la toma de decisiones es solo una parte de la ecuación. La otra, igualmente determinante, es la capacidad de articular equipos que traduzcan esas decisiones en acciones concretas, comunicables y sostenibles en el tiempo. La precisión organizacional, la claridad en los roles y la especialización funcional se convierten entonces en herramientas indispensables para navegar coyunturas complejas sin improvisación ni estridencias.
El nombramiento del señor Jean Peña Payano como Secretario de Asuntos Públicos formaliza una dinámica que ya venía dándose en la práctica. Desde hace algún tiempo alternaba responsabilidades con Hiram Torres Montalvo, demostrando dominio de los temas, juego de piernas y un afinado olfato político, ingredientes indispensables para manejar la comunicación gubernamental en escenarios exigentes. No se trata únicamente de presencia mediática, sino de la capacidad de anticipar narrativas, entender los tiempos y traducir decisiones de política pública con precisión y consistencia.
Ese tipo de comunicación requiere algo más que mensajes bien elaborados. Exige comprensión profunda del funcionamiento interno del gobierno, lectura acertada del ambiente político y coordinación efectiva con las distintas áreas del Ejecutivo. En momentos complejos, comunicar también es ejecutar, porque una comunicación imprecisa puede mal logrardecisiones correctas o generar fricciones innecesarias.
Como parte de ese mismo fortalecimiento, se incorporó a la licenciada Janet Parra como portavoz en asuntos legales y de seguridad pública. Su designación responde a un criterio claro de especialización. Se trata de una fiscal con extensa experiencia legal y gubernamental, cuya trayectoria le permite comunicar con rigor técnico y credibilidad asuntos particularmente sensibles. En áreas donde el margen de error es mínimo, la sobriedad, el conocimiento profundo y la responsabilidad institucional no son opcionales, sino requisitos esenciales.
La decisión de diferenciar portavocías según la materia refleja por parte de la Gobernadora una comprensión madura de la gobernanza contemporánea. Los gobiernos que operan con mayor efectividad reconocen que no todos los asuntos se comunican igual ni requieren las mismas destrezas. Separar la comunicación política de la legal y de la relacionada con seguridad pública fortalece la credibilidad institucional y reduce riesgos innecesarios, especialmente en coyunturas de alta visibilidad pública.
Ambos, Peña y Parra, se integran al equipo que encabeza el Secretario de la Gobernación, el licenciado Francisco Domenech, quien ha lucido con sólido dominio de la operación gubernamental y una notable capacidad para manejar situaciones difíciles y momentos políticamente complejos. Su desempeño ha sido consistente, sereno y efectivo, cualidades necesarias para coordinar un Ejecutivo que enfrenta retos simultáneos en múltiples frentes y que requiere sincronía entre política pública, administración y comunicación.
El fortalecimiento de este equipo constituye una ayuda idónea para la Gobernadora. Esto no se limita a términos de comunicación, sino que se extiende ala coordinación y ejecución de la agenda gubernamental. Más que un movimiento aislado, responde a una visión clara de trabajo en equipo, distribución de funciones y aprovechamiento de fortalezas, elementos esenciales para una gestión pública ordenada y funcional.
Estos ajustes, además, cumplen con las expresiones realizadas por la Gobernadora hace varias semanas, cuando anticipó que haría ajustes estratégicos en su equipo conforme lo exigiera el momento. Lejos de improvisar, el Ejecutivo ha optado por afinar su estructura con miras a una gobernanza más precisa, capaz de responder a la complejidad sin perder el rumbo ni la disciplina institucional.
Tal como sostuve en una columna anterior, el 2025 será recordado como un año de ordenamiento y fortalecimiento institucional. Ese ordenamiento no es abstracto, se refleja en procesos más claros, equipos mejor definidos y capacidad administrativa reforzada. El 2026, por su parte, estará marcado por la ejecución y los resultados, que solo pueden alcanzarse cuando la estructura interna está afinada y alineada con los objetivos estratégicos. Bajo esa lógica, y con un equipo preparado para operar en la complejidad, es razonable augurar grandes éxitos.


