EDITORIAL: Nydia Velázquez: Tres décadas diciendo “no” al futuro de Puerto Rico
“La ironía es evidente: décadas defendiendo un estatus que mantiene a Puerto Rico subordinado, mientras ella ejercía el poder político que le niega a los suyos“


El anuncio del retiro de la congresista Nydia Velázquez marca el cierre de una era en Washington. Pero también deja al descubierto un legado que no se puede borrar: más de 30 años oponiéndose sistemáticamente a la aspiración mayoritaria del pueblo puertorriqueño, la Estadidad, mientras defendía un modelo político que ha perpetuado desigualdades, limitaciones y el estancamiento colonial de nuestra isla.
Velázquez, en un entrevista publicada ayer en el periódico El Nuevo Día, volvió a repetir las mismas líneas de siempre: que el ELA “ha llevado a Puerto Rico donde está”, que la Estadidad “no es viable”, y que Puerto Rico “no podría mantener la luz prendida” como estado. Palabras que evidencian un profundo desconocimiento del Puerto Rico moderno… o peor aún, una defensa a ciegas del sistema que ha mantenido a nuestra gente sin representación, sin igualdad y sin trato digno dentro de los Estados Unidos.
A estas alturas, escuchar a un(a) boricua justificar el ELA como un “éxito” es ignorar décadas de evidencia:
•Puerto Rico no tiene voto presidencial.
•No tiene representación plena en el Congreso.
•No recibe igualdad en fondos federales cruciales.
•Las decisiones más importantes sobre la isla se toman sin nuestra participación democrática.
Decir que ese modelo “funciona” es decirle al pueblo que merecemos menos, que debemos conformarnos, que nuestro destino está en manos de otros. La congresista Velázquez puede dar cátedra sobre su carrera en Washington, pero no puede pretender que la desigualdad que ella misma reconoce sea excusa para mantener el mismo sistema que la provoca.
Resulta curioso: la misma persona que asegura que Puerto Rico no podría operar como estado lo ha hecho desde la comodidad de un escaño federal con todos los derechos, privilegios y poderes que ella misma se asegura que los boricuas de la isla nunca reciban.
La ironía es evidente: décadas defendiendo un estatus que mantiene a Puerto Rico subordinado, mientras ella ejercía el poder político que le niega a los suyos.
Su legado en el tema del estatus: bloquear, retrasar y negar
Durante más de 30 años, Velázquez se opuso a plebiscitos vinculantes, a proyectos de descolonización con opciones claras, a esfuerzos para adelantar la igualdad política.
Mientras sus colegas boricuas en el Congreso avanzaban propuestas para resolver el estatus, ella insistía en mantener al ELA como si fuese una solución viable, ignorando que ni siquiera es un estatus reconocido en la Constitución Federal.
Treinta años después, lo único claro es que su postura no ayudó a Puerto Rico a avanzar ni un solo paso hacia la igualdad.
Velázquez dijo en la entrevista: “El pueblo decidirá, no yo.”
Sin embargo, cuando el pueblo ya ha decidido -en 4 ocasiones consecutivas- que quiere la Estadidad, ¿qué hizo ella?
La bloqueó. La deslegitimó. La negó.
Decía que respetaría la voluntad del pueblo… siempre y cuando el pueblo escogiera lo que ella quería.
Eso no es defender la democracia. Eso es obstaculizarla.
Su retiro abre un capítulo nuevo. Puerto Rico necesita representantes que entiendan la urgencia de la igualdad política, no que la descarten con discursos reciclados del pasado.
Necesita voces que reconozcan que la Estadidad no es un capricho, sino un reclamo de justicia, dignidad y participación plena.
Necesita líderes que no hablen del ELA como un logro, sino como lo que es: un estatus que ya no responde a las necesidades del siglo XXI.
Nydia Velázquez cierra su carrera convencida de que defendió lo correcto.
Pero la historia será quien evalúe el resultado de sus decisiones.
Y lo que queda claro es que, en el tema del estatus, Nydia Velázquez nunca estuvo del lado de la igualdad para Puerto Rico.


