El reencuentro que nadie pidió, pero que todo el mundo especula
¿Qué habrán hablado Jenniffer González y Pedro Pierluisi? Aquí te lo cuenta La Vieja Changa


Aquí estoy nuevamente, mis amores, para lo que a ustedes les encanta: el análisis profundo, responsable, serio y… ¡JAJAJA! No, mentira.
Vengo para el chisme político con burbujas, el que ustedes buscan con la misma desesperación con la que un político busca un donante en año electoral.
Ay, mis amores… Yo que estaba tranquila en mi penthouse, hidratándome con un brut rosé que NO se consigue en Costco y mirando desde arriba a los vecinos que aún creen que la cerveza light “refresca”. Y de pronto… ¡Anda! Esa foto: Jenniffer González y Pedro Pierluisi juntitos, relucientes y sonrientes en la gala de la fundación de John Paulson, rodeados de mármol y copas que cuestan más que la factura de LUMA.
Ahí se me erizó la pluma.
Porque esas sonrisitas… ninguna era gratis.
¿De qué hablaron? Ay… si yo les contara
Vamos a especular, porque para eso Dios me puso en esta tierra: para decir lo que nadie se atreve, pero todo el mundo sospecha.
“¿Te acuerdas cuando peleábamos?”
Mi primera teoría -la más light, como quien empieza con un espumoso suave antes del vino fuerte- es que arrancaron con el clásico small talk político:
“Pedro, tú sabes cómo es… campaña es campaña”.
“Jenniffer, claro… tú tiraste la tuya, yo tiré la mía… pero aquí nadie guarda rencores… en público”.
Ajá.
Y yo soy la Virgen María.
El Paulson Effect
Mis amores, cuando el apellido del anfitrión es Paulson, hasta un hielo en la copa se comporta.
Ahí la conversación cambia tono.
Se vuelve Wall Street madrina-style.
“Pedro, ¿cómo ves las cosas? Aquí hay que verse en control… aunque ese control sea más falso que una promesa de campaña”.
“Jenniffer, tú sabes cómo es esto… hay que verse relajado, aunque estemos preguntándonos quién va a usar esta foto primero”.
Traducción de la Vieja Changa:
‘No te me resbales, que aquí se mide todo: hasta el sudor’.
“Por si acaso… no te me pongas bravo en el 2028”
Ay, si alguien cree que esa foto no tenía mensaje político, debería entretenerse viendo Atención Atención.
Yo los imagino sonriendo como portada de People… pero pensando como si estuvieran en Game of Thrones:
“Pedro, tú tranquilo… que en este cuatrienio hay espacio para todos”.
“Jenniffer, yo estoy relax… pero tú sabes que yo siempre vuelvo. Lento, pero vuelvo…”
Mis amores… eso no es “relax”.
Eso es advertencia con fragancia Creed.
Y la más probable: “Vamos a hacer show… pero que se vea chic”
Porque si algo dominan ambos es la buena proyección política… La pose fina, la mirada calculada, el gesto que dice “somos un partido unido” mientras por dentro piensan: “te tengo en mute, pero te escucho”.
Esto fue un soft launch de reconciliación.
Una colaboración limitada.
Un “no hay guerra… hoy”.
Un “que el público especule, que eso siempre sube el rating”.
Y mientras ellos jugaban a los “diplomáticos”, yo desde mi palco emocional VIP pensé:
Si así lucían en la foto, ¿cómo habrá estado la conversación realmente?
Porque esas sonrisas… eso estuvo al nivel de mensaje encriptado estilo Mission Impossible.
Pero bueno, amores… eso solo lo saben ellos. Y yo… cuando me inviten a la próxima gala.
Porque una cosa sí es segura: Cuando un exgobernador y una gobernadora coinciden en un salón así… lo único que menos se discute es el menú.
Y ustedes saben que a La Vieja Changa no se le escapa ni la última burbuja del champagne.
Ay, si yo hubiera estado allí… el chisme habría salido ardiendo.
Tendré que llamar luego a mis amiguitos Yovin y Fabiola para que me cuenten. Y obvio: ¡con un buen champagne!
¡Hasta la próxima! 🍾🥂


