Las escuelas al 100 %, la promesa cumplida
El liderato de la Gobernadora logró lo que parecía imposible: un “back to school” sin titulares negativos


En enero de este año, la Gobernadora Jenniffer González Colón hizo un compromiso claro. Este compromiso fue tener un “back to school” al 100 %, sin excusas. No se trataba de una promesa ligera. Históricamente, el inicio del año escolar en Puerto Rico ha sido sinónimo de tropiezos, improvisación y frustración. Año tras año, la opinión pública y los medios han repetido la misma lista de críticas. La orden del día eran escuelas con filtraciones y problemas estructurales, falta de materiales, salones sin aire acondicionado, interrupciones por reparaciones inconclusas y un sinnúmero de deficiencias que, en vez de sorprender, se convirtieron en parte de una rutina.
Este año la historia fue distinta. Mientras miles de estudiantes regresaron a sus salones, el panorama mediático fue otro, no hubo titulares adversos ni reportajes que opacaran la jornada. La apertura del curso escolar transcurrió con normalidad, marcando un contraste con la tónica de años anteriores y validando el compromiso hecho por la Gobernadora.
Este resultado fue posible gracias a un esfuerzo coordinado entre la Autoridad de Edificios Públicos (AEP) y la Oficina para el Mejoramiento de Escuelas Públicas (OMEP) del Departamento de Educación de Puerto Rico, cada cual cumpliendo con sus responsabilidades institucionales. La AEP, bajo el liderato de la Gobernadora y con la dirección ejecutiva de Félix Lassalle Toro, asumió con disciplina y planificación el reto de preparar las escuelas a tiempo. Se trató de un trabajo técnico, constante y silencioso, que comenzó mucho antes del primer día de clases. Reparaciones de techos, mantenimiento eléctrico, mejoras en sistemas sanitarios, pintura, limpieza y habilitación de espacios fueron atendidos con un sentido de urgencia y responsabilidad que marcó la diferencia.
Por su parte, el Departamento de Educación completó la parte administrativa y operacional necesaria para que el regreso a clases no estuviera marcado por la improvisación. La combinación de infraestructura lista y organización académica permitió que las escuelas abrieran en condiciones óptimas para recibir a sus estudiantes.
Un elemento adicional merece ser resaltado es quepor primera vez en muchos años se experimentó un ambiente de comunicación efectiva y trabajo en equipo entre OMEP y la AEP. Esa coordinación, muchas veces ausente en el pasado, fue determinante para lograr que la apertura escolar ocurriera sin contratiempos. Ello es atribuible al liderato y madurez de Eliezer Ramos Parés, secretario de Educación, y de Félix Lassalle Toro, director ejecutivo de la AEP. Ambos dejaron de lado los personalismos y actuaron conforme a las instrucciones de la Gobernadora y al deseo del pueblo de que las escuelas estuvieran listas para abrir con normalidad.
El éxito de este “back to school” refleja la importancia de contar con funcionarios comprometidos y un equipo de trabajo que entiende que la educación no comienza en los libros, sino en las condiciones físicas y organizativas en que se reciben a los estudiantes. La AEP y el Departamento de Educación demostraron que, con coordinación, planificación y voluntad, es posible cumplir la palabra empeñada.
Hoy, las escuelas abrieron al 100 %. Más allá de la cifra, lo que se logró fue restaurar la confianza de padres, maestros y comunidades en que las cosas pueden hacerse bien. La promesa de enero se cumplió y en la gestión pública, ese es un mensaje poderoso.