
En Puerto Rico somos changuitos… bueno, changos nivel “gorditos y coloraos’ “.
Viajamos a destinos como Punta Cana en Republica Dominicana, Cancún o Playa del Carmen en México, u otros, y nos maravillamos con lo que vemos en términos de turismo, cómo se puede combinar el desarrollo con lo ecoamigable, etc. . Como la especialidad de la casa es criticar, pues comenzamos las comparaciones con nuestra isla, nos quejamos que nos están pasando el rolo, que nos estamos quedando atrás, que debe dar vergüenza que esas repúblicas están más adelantados en esos aspectos.
No obstante, llegamos a suelo borincano, escuchamos las propuestas de proyectos similares a los que vimos y alabamos, pero entonces sacamos las congas para el expreso protestando, empezamos a escuchar a los mismos de siempre, que se oponen a todo y, de momento, tampoco queremos nada. Al final, cuando los proyectos se detienen, todo el mundo pa’ su casa y que se fastidie las comunidades que se dejan embaucar y el desarrollo de la isla.
Pasó con Vieques, donde una vez salió la Marina de Estados Unidos, se olvidaron del cáncer de los viequenses, les importó tres pepinos si tenían un hospital o no, les sigue preocupando absolutamente nada si la criminalidad ha aumentado o no. Usaron a los viequeneses para una lucha política e ideológica y luego de lograr su meta, abandonaron a los viequeneses. Esa es la realidad, les guste o no.
En Paseo Caribe (San Juan), fue la misma táctica, y en Vacía Talega (Loíza) con un proyecto hotelero. En el primero, una vez pasaron las elecciones, y provocaron daños económicos, recogieron las maletas y se fueron. El proyecto se terminó y de todo lo adverso que dijeron que ocurriría, nada pasó. En el caso loiceño, todavía se quejan las comunidades de cómo los han olvidado con distintos problemas sociales que siguen viviendo.
Esto grupos operan así: llegan a los lugares de los proyectos, agitan a las comunidades para que se opongan, o sea, las manipulan, y luego de lograr el objetivo de descarrilar, se van y no se vuelven a escuchar luchando por los problemas que viven las comunidades que agitaron. Utilizan a las comunidades como muñecas de trapo, a su antojo, pero estas también se dejan manipular, así que en gran medida es su problema.
Hace unas semanas se anunció la propuesta de un proyecto en Cabo Rojo llamado Esencia, el cual conlleva el desarrollo de hospedería y residencias en una zona costera con acceso a la playa.
Hay una organización SIN FINES DE LUCRO llamada Audubon International que promueve el desarrollo con sostenibilidad ambiental. Su enfoque es la educación ambiental y certifica personas, así como organizaciones que promueven la gestión sostenible de agua, tierra, vida silvestre y recursos naturales. Esta organización ya acogió y autorizó a Esencia para que sometan el mismo y ser certificado como Signature Platinum. Ahora entran a ese proceso. ¿Le hace sentido que este desarrollo se someta a ese proceso de esta organización internacional si realmente lo que quieren es “destruir el ambiente” como intentan hacer ver los opositores?
Hace unos días veía una entrevista en el podcast “Minset Hub” por Youtube en el que entrevistaron a Roberto Ruíz Vargas, un ingeniero civil dominico-boricua que estudió en la capital dominicana e ingeniería en San Juan, PR. Ruíz Vargas es uno de los desarrolladores involucrados en Esencia.
Nada de lo que dijo, sobre cómo está el área a desarrollar, me asombra. “Nosotros tenemos imágenes. Nosotros nos hemos encontrado con vehículos tirados y abandonados en e humedal… hay personas que van a practicar con sus vehículos ATV (All Terrain Vehicles) donde realmente está prohibido que se haga. Nosotros hemos sacado de todo, enseres eléctricos, autos, todo los que tú te puedas imaginar, donde son las zonas que son supuestamente las que se deben estar cuidando.”, dijo el entrevistado. ¿Le sorprende? ¿Ha visto o escuchado a los que se oponen a todo al respecto? ¿Los ha visto convocando a limpiar el área? La realidad es que no les importa.
Su lucha es otra, más ideológica, política, y la narrativa ambiental es el medio utilizado y en el que se amparan para llegar al fin.
“Si se van a los documentos del proceso de permisos, que son públicos y que está en las agencias, ahí se van a encontrar, no solamente el hecho de que eso pasaba (el público dejando basura), sino las consecuencias al medio ambiente de que eso pasaba.”, añadió. NADIE habla de eso.
Una persona que se identificó como pescador expresó preocupación por la posibilidad de que agua de la AAA (tratada) o del proyecto llegue y tenga contacto con el agua de la playa. “El pescador tiene información incorrecta. Entiendo su preocupación. Uno de los grupos con quienes hemos estado trabajando es con los pescadores. Si van a los documentos… en los campos de golf, en la zona sensible, hay una serie de medidas para evitar que eso suceda. Se tiene unos sistemas de riego especiales en la cosntrucción del campo para recolectarla y reutilizarla. Ahora sí te digo, la preocupación que tenemos todos los usuarios de la Bahía de Boquerón, hoy, es por ejemplo, que la planta de tratamiento del balneario no está funcionando.
Esa playa del balneario era Bandera Azul y perdió su certificación porque tiene contaminación de las cabañas... Nosotros no estamos tomando en cuenta que tenemos que recolectar el agua de riego, que no podemos verter aguas residuales, que tenemos que tener nuestra planta de tratamiento funcionando, si no que ademas estamos colaborando con el municipio, con las autoridades del gobierno, para lograr que esas infraestructuras de Boquerón se pongan en funcionamiento y que para todos, no solo para los pescadores, retome la certificación”, continuó. De nuevo, ¿ha visto usted una convocatoria como la que se hace contra el proyecto, pero para atender estas amenazas ambientales existentes? ¡NO!.
Ruíz Vargas aseguró que han intentado reunirse con grupos opositores y han rehusado escucharlos. Pregúntese por qué no quieren ni escuchar. Sencillo, en mi opinión les pueden matar en la mano su narrativa.
También se levanta el argumento de los créditos contributivos que puede recibir el proyecto. Explicó el desarrollador: “Nosotros no hemos recibido un centavo de incentivo contributivo. Nosotros lo que tenemos es un decreto bajo la Ley 74 que indica que cuando nosotros hagamos la inversión y creemos los puestos de trabajo entonces tendremos derecho a acceder a unos incentivos contributivos… Hay incentivos fiscales para distintas industrias… En el caso nuestro, nuestros incentivos están previstos para cuando ya hayamos hecho la inversión, terminado los hoteles y creado los empleos. No está a riesgo del contribuyente, es riesgo nuestro (si no cumplen con cumplieran con esas condiciones)”.
¿Cuántos empleos pueden crear, y qué impacto tendría en Cabo Rojo y toda la zona suroeste?
Aseguró que en construcción similar han empleado alrededor de 4,000 empleados. En operación el proyecto crearía 4,000 directos y 10,000 indirectos en la región.
De hecho, finalmente dijo que el proyecto incluye un Town Hall que es abierto a TODA LA COMUNIDAD de Cabo Rojo, la región, de toda la isla, y en el mismo tendrán incubadora para emprendedores, entretenimiento, gastronomía, museos etc..
Ciertamente, como toda inversión e impacto de tal magnitud, hay que tenerles el ojo echado para que cumplan con lo propuesto, en términos de sostenibilidad ambiental e impacto económico.
Si vemos a los opositores profesionales, que son los mismos de todas partes, ni siquiera sugieren alternativas para atender inquietudes y que se puedan llevar a cabo los proyectos con sus sugerencias (obviamente que sean razonables). Es oposición y punto. Ni quieren escuchar.
La última vez que tuve la oportunidad de preguntarle al senador Eliezer Molina en Jugando Pelota Dura por qué no protestó en Bahía Jobos (Salinas) como protestó en La Parguera, y su respuesta fue más que elocuente: “Ahhh porque allá (en La Parguera) lo que hay son médicos”.
Rest my case! Es una lucha que utiliza lo ambiental como excusa en la mayoría de los casos.
En el resto de la isla se quejan que los gandes proyectos se quedan en la zona metropolitana y argumentan que los olvidan. NO señores, no los olvidan. Lo que pasa es que muchas veces, cuando se proponen, muchos de ustedes se dejan manipular y agitar por grupos pequeños que tienen agendas ideológicas.
Apunten esta en Cabo Rojo: si logran descarrilar el proyecto, una vez eso ocurra, esos que los usaron se irán de su pueblo sonriendo y los dejarán con sus problemas socioeconómicos. Ha pasado en otras ocasiones y lugares. Puse ejemplos al inicio de este escrito. Ustedes son los próximos. No vivo en Cabo Rojo, por lo que pase o no pase, no me impacta más allá de sufrir lo mismo que sufrimos todos cuando detienen el progreso en general.
Ahora, ustedes, tienen más que perder, no los que vivimos en la zona metro, donde ustedes se quejan que se llevan “lo grande”. Ustedes deciden si se dejan manipular o no y lo que decidan, se respeta.
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Por Alex Delgado
Periodista y columnista con 25 años de experiencia en los medios de comunicación