Decenas de miles de personas inundan el paseo marítimo de Beirut para la misa del Papa
Muchos de los presentes llegaron en autobuses fletados para la ocasión desde las principales ciudades del país

El papa León XIV este 2 de diciembre en Líbano. Foto: ALESSANDRO DI MEO

Decenas de miles de personas inundaron este martes el paseo marítimo de Beirut para asistir a la misa con la que el Papa León XIV pone el broche a su visita de tres días al Líbano y donde se espera que el número de feligreses alcance los 100,000, en base a la lista de los inscritos.
Entre un fuerte despliegue de seguridad y con buena parte de las carreteras capitalinas cortadas como medida extraordinaria, los asistentes llenaron el recinto con banderas del Líbano y el Vaticano, y con sus esperanzas puestas en la paz que esperan emane del viaje del pontífice.
Muchos de ellos llegaron en autobuses fletados para la ocasión desde las principales ciudades del país, mientras que otros, como Rabih Khoury, proceden de la propia capital. Khoury, de 37 años, acudió acompañado de su familia, aferrado a la "esperanza colectiva de paz" que el Papa traslada en su mensaje.
"Hemos estado viendo todas las ceremonias y eventos del papa en la televisión desde que llegó y ha sido un gran honor para el Líbano recibir a su santidad el Papa. Por eso la tierra del Líbano siempre está bendecida y se levanta de todas sus dificultades con milagros", dijo a EFE.
Esperanzas de paz
El hombre espera que la visita de León XIV se traduzca en el final de la violencia que aún azota el Líbano un año después del alto el fuego con Israel, aunque se muestra convencido de que, sea como sea, su fe en Dios les protegerá "incluso durante los conflictos".
A finales de noviembre de 2024, se estableció un cese de hostilidades formal a la guerra que mató a 4,000 personas e hirió a más de 16.000 en el Líbano, pero los ataques israelíes aún continúan a diario y los círculos diplomáticos alertan de una potencial escalada de envergadura tras la marcha del Papa.
Es por ello que para Rosalin Atallah, de 33 años, la misa de este martes también supone un "mensaje de esperanza y paz, que de verdad se necesita en este periodo dominado por el miedo y la incertidumbre".
En su caso, viajó hasta Beirut desde la localidad septentrional de Zgharta y, según contó a EFE, lo hizo con tres días de antelación para asegurarse de que ningún potencial corte de carretera pudiese privarla de acudir a una misa que considera "una oportunidad para una bendición de por vida".
"Asistir a esta misa es una gran bendición para todos los cristianos del país y de la región", subrayó Atallah.
Christo Rizk también viajó desde lejos para asistir al evento más esperado de toda la agenda del santo padre en el Líbano, en concreto, desde la ciudad nororiental de Bcharre. Este joven de 29 años describió su lugar de origen como una zona "con una importancia espiritual especial" y, la visita del pontífice, como "un momento histórico" para el país.
"No es solo un día importante para el Líbano, que es el pegamento que mantiene a Oriente unido, sino que también es un día histórico para la región. Espero que su presencia traiga paz y que su mensaje continúe tras su partida, porque esto es algo que nos falta desde hace mucho tiempo", concluyó.





