Irán afirma que no ha solicitado ninguna reunión con EE.UU.
La declaración se produce después que Donald Trump afirmara que se han programado nuevas conversaciones entre su Gobierno y el país persa

Imagen de archivo de un mural con la bandera nacional de Irán en Teherán. Foto: ABEDIN TAHERKENAREH

El Gobierno iraní afirmó este martes que no ha solicitado ninguna reunión con Estados Unidos para reanudar las negociaciones que fueron interrumpidas por la guerra de los 12 días, en la que Israel y las fuerzas estadounidenses atacaron las instalaciones nucleares del país persa.
"No se ha presentado ninguna solicitud de reunión al lado estadounidense por nuestra parte", indicó el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ismail Baghaei, según informó la agencia estatal IRNA.
La declaración se produce después de que el lunes el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmara que se han programado nuevas conversaciones entre su Gobierno y el de Irán.
“Tenemos programadas conversaciones con Irán. Ellos quieren hablar. Creo que recibieron una paliza cuando atacamos los tres sitios”, declaró Trump ante la prensa al iniciar una cena con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en la Casa Blanca.
El enviado de Trump para Oriente Medio, Steve Witkoff, quien se encontraba en la misma mesa, indicó que dichas conversaciones podrían comenzar tan pronto como la próxima semana.
Irán y Estados Unidos celebraron desde el 12 de abril cinco rondas de negociaciones indirectas, auspiciadas por Omán y celebradas entre Mascate y Roma, para negociar un acuerdo sobre el programa nuclear iraní.
Las reuniones se llevaron a cabo en medio de fuertes divergencias entre las exigencias de Washington del cierre completo del programa nuclear iraní y de Teherán de continuar su programa nuclear civil, y con la constante amenaza de Israel que finalmente lanzó un ataque contra Irán en la madrugada del 13 de junio.
A la ofensiva se unió Estados Unidos el 22 de junio bombardeando las instalaciones nucleares de Fordó, Natanz e Isfahán, y tras ese ataque las partes acordaron un alto el fuego que puso fin a una guerra en la que murieron más de 1.000 personas en Irán y 28 en Israel.