Tribunal Constitucional de Madagascar pide al líder golpista asumir la jefatura del Estado
Inspiradas en movilizaciones juveniles recientes en países como Kenia y Nepal, estas protestas son las peores que vive la isla del océano Índico en años

Miembros de las fuerzas armadas se dirigen a la multitud en Antananarivo, Madagascar, 14 de octubre de 2025. El presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, ha confirmado que ha huido del país durante una dirección a la nación en las redes sociales después de que una unidad militar de élite, CAPSAT, se uniera a los manifestantes durante el fin de semana. Los miembros del Parlamento en la Asamblea Nacional han votado para destituir al presidente Andry Rajoelina. (Protestas) Foto: RAFALIA

La Alta Corte Constitucional de Madagascar instó este martes al líder golpista, el coronel Michael Randrianirina, a asumir las funciones de jefe de Estado en este país insular del sudeste de África.
Los magistrados, reunidos en audiencia privada por videoconferencia, declararon la "vacancia" de los cargos de presidente de la República y de presidente del Senado, así como la "imposibilidad" del Gobierno en funciones para ejercer sus responsabilidades, según un comunicado difundido por la alta corte.
"Se invita a la autoridad militar competente, encarnada por el coronel Michael Randrianirina, a ejercer las funciones de jefe del Estado", indica el texto, firmado por el presidente del Tribunal, Florent Rakotoarisoa, y otros ocho miembros de la institución.
El comunicado se dio a conocer después de que la poderosa unidad militar insurrecta, el Cuerpo de Administración de Personal y Servicios del Ejército de Tierra (CAPSAT), anunciara la supresión de la Constitución y la toma del poder.
"Vamos a asumir nuestras responsabilidades, vamos a tomar el poder", declaró a los medios de comunicación Randrianirina en el Palacio Ambotsirohitra, la sede de la Presidencia en la capital, Antananarivo.
"Ante los repetidos atropellos a la Constitución, el incumplimiento de los derechos humanos y el saqueo de la nación, un consejo compuesto por el Ejército, la Gendarmería y la Policía nacional asumirá las funciones del jefe de Estado, al que se podrán unir miembros civiles en unos días", detalló el líder golpista.
Según el jefe militar, este consejo dispondrá de un plazo máximo de dos años para "reconstruir los cimientos de la nación" y, dentro de ese proceso de transición, "se celebrará un referéndum constitucional".
Asimismo, el líder del CAPSAT anunció la suspensión de las actividades del Senado, del Tribunal Constitucional y del Tribunal Superior de Justicia, aunque aseguró que la Asamblea Nacional (Cámara Baja del Parlamento) continuará ejerciendo sus funciones.
Poco antes del anuncio, la Asamblea Nacional malgache votó a favor de destituir al presidente, Andry Rajoelina, quien huyó a un "lugar seguro" para proteger su vida tras la grave crisis política desatada por las protestas populares que sacuden el país desde el 25 de septiembre.
Rajoelina había emitido este mismo martes un decreto para disolver la institución en un intento de impedir la votación impulsada por la oposición para forzar su salida del poder, aunque el vicepresidente de la Cámara, Siteny Randrianasoloniaiko, sostuvo que el decreto carece de validez legal al no contar con el sello oficial ni con la firma del presidente.
La Presidencia malgache denunció el domingo un intento de golpe de Estado después de que grupos de soldados se unieran el sábado a miles de manifestantes antigubernamentales.
Ese mismo día, el CAPSAT afirmó haber asumido el control de las Fuerzas Armadas.
El CAPSAT ya participó en 2009 en un golpe de Estado que derrocó al entonces presidente, Marc Ravalomanana, y permitió llegar por primera vez al poder a Rajoelina.
Aunque inicialmente surgieron para protestar contra los recurrentes cortes de agua y electricidad, las movilizaciones, impulsadas por jóvenes de la generación Z, se tornaron antigubernamentales y exigían ahora la dimisión de Rajoelina, cuya propuesta de diálogo nacional fue rechazada por los organizadores.
Inspiradas en movilizaciones juveniles recientes en países como Kenia y Nepal, estas protestas son las peores que vive la isla del océano Índico en años.