InternacionalesInternacionales

El papa en la misa del Domingo de Resurrección: "Jesús llora las lágrimas de quien sufre"

Aunque no pudo estar presente, el papa Francisco envió un mensaje

EFE
Por EFE 20 de abril de 2025 • 6:48 a. m. AST
4 MIN
Article header image

El cardenal Angelo Comastri oficiando la misa en nombre del papa Francisco, aún convaleciente.

El papa Francisco aseguró que Jesús "llora las lágrimas de quien sufre", en la homilía que había preparado para la misa del Domingo de Resurrección y que en su ausencia, debido a la convalecencia por su infección respiratoria, fue leía por el cardenal Angelo Comastri en la plaza de San Pedro.
El papa delegó en Comastri para oficiar esta misa, que congregó a cerca 35.000 personas en la plaza de San Pedro.
En la homilía, el papa invitó a los fieles a salir "a buscar a Cristo en la vida, buscarlo en el rostro de los hermanos, buscarlo en lo cotidiano, buscarlo en todas partes menos en aquel sepulcro".
"Él está vivo y permanece siempre con nosotros, llorando las lágrimas de quien sufre y multiplicando la belleza de la vida en los pequeños gestos de amor de cada uno de nosotros", aseguró el papa en la ceremonia con la que se concluye la Semana Santa.
Francisco también pidió a los fieles "no instalarse tranquilamente en alguna seguridad religiosa" sino seguir “ver más allá, para descubrir a Jesús".
"Y por eso no podemos aparcar el corazón en las ilusiones de este mundo ni encerrarlo en la tristeza; debemos correr, llenos de alegría", escribió el pontífice. 

Por otra parte, hizo un llamamiento a todas las partes para que "cese el fuego en Gaza, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente", así como se frene "la carrera al rearme".

El papa Francisco apareció en el balcón de la logia central de la fachada de la basílica de San Pedro para la bendición Urbi et Orbi, pero debido a sus problemas respiratorios delegó la lectura del mensaje en el que tradicionalmente hace mención de los conflictos y males del mundo. 

"Me siento cercano al sufrimiento de los cristianos en Palestina y en Israel, así como a todo el pueblo israelí y a todo el pueblo palestino", escribió Francisco.

Y agregó: "Quisiera que volviéramos a esperar en que la paz es posible. Que desde el Santo Sepulcro —Iglesia de la Resurrección—, donde este año la Pascua será celebrada el mismo día por los católicos y los ortodoxos, se irradie la luz de la paz sobre toda Tierra Santa y sobre el mundo entero".

Expresó su preocupación por "el creciente clima de antisemitismo que se está difundiendo por todo el mundo" y también por "la comunidad cristiana de Gaza, donde el terrible conflicto sigue llevando muerte y destrucción, y provocando una dramática e indigna crisis humanitaria".

Y entonces apeló "a las partes beligerantes: que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente, que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz".

En otro pasaje de su mensaje, aunque sin hacer referencia a la guerra en Gaza, Francisco criticó los ataques a hospitales y trabajadores humanitarios.

"Que nunca se debilite el principio de humanidad como eje de nuestro actuar cotidiano. Ante la crueldad de los conflictos que afectan a civiles desarmados, atacando escuelas, hospitales y operadores humanitarios, no podemos permitirnos olvidar que lo que está en la mira no es un mero objetivo, sino personas con un alma y una dignidad", afirmó. 

También instó a rezar "por las comunidades cristianas del Líbano y de Siria —este último país está afrontando un momento delicado de su historia—, que ansían la estabilidad y la participación en el destino de sus respectivas naciones. Exhorto a toda la Iglesia a acompañar con atención y con la oración a los cristianos del amado Oriente Medio".

Así como por "Yemen, que está viviendo una de las peores crisis humanitarias prolongadas” del mundo a causa de la guerra, e invito a todos a buscar soluciones por medio de un diálogo constructivo". 

Francisco también rechazó la carrera al desarme. "La paz tampoco es posible sin un verdadero desarme. La exigencia que cada pueblo tiene de proveer a su propia defensa no puede transformarse en una carrera general al rearme", aseveró 

Y agregó: "La luz de la Pascua nos invita a derribar las barreras que crean división y están cargadas de consecuencias políticas y económicas. Nos invita a hacernos cargo los unos de los otros, a acrecentar la solidaridad recíproca, a esforzarnos por favorecer el desarrollo integral de cada persona humana".

Y entonces realizó "un llamamiento a cuantos tienen responsabilidades políticas a no ceder a la lógica del miedo que aísla, sino a usar los recursos disponibles para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y promover iniciativas que impulsen el desarrollo". 

"Estas son las 'armas' de la paz: las que construyen el futuro, en lugar de sembrar muerte", agregó Francisco.


E

Por EFE

1456 x 180
Publicidad
Aurelio  Agelviz

Opinión

Aurelio Agelviz

La encrucijada americana

Raúl Márquez

Opinión

Raúl Márquez

El mérito no se grita, se demuestra

Alex  Delgado

Opinión

Alex Delgado

Hombre o mujer, ¡Punto!

Keren Riquelme

Opinión

Keren Riquelme

Inmigración, compasión y la peligrosa manipulación del dolor