
Un triplazo de Tyrese Haliburton a falta de 1.1 segundos selló este martes el triunfo de los Indiana Pacers por 119-120 y rompió el corazón de los Cleveland Cavaliers, con tres de sus figuras lesionadas, que fueron ganando de 20 puntos y con 0-2 tras perder dos partidos en casa.
Solo un día después de la genialidad de Aaron Gordon para los Denver Nuggets contra los Oklahoma City Thunder, Haliburton realizó una imitación casi perfecta con un triple que culminó una enorme remontada de Indiana (cuarto del Este) y que deja muy tocado a Cleveland (primero).
De nada sirvieron al final los 48 puntos de un estelar Donovan Mitchell y el encomiable esfuerzo colectivo de unos Cavaliers sin los lesionados Darius Garland (dedo del pie), Evan Mobley (tobillo) y De'Andre Hunter (dedo de la mano) y muy desafortunados en una cruel recta final en la que malgastaron un +7 en el último minuto.
Haliburton, héroe de Indiana pese a que sufrió molestias en la mano izquierda, acabó con 19 puntos y 9 rebotes. Otros cinco jugadores sumaron dobles dígitos de anotación incluyendo a Myles Turner (23 puntos y 8 rebotes), Aaron Nesmith (23 puntos con 5 triples) y Bennedict Mathurin (19 puntos).
Por Cleveland, Mitchell terminó con 15 de 30 en tiros de campo (1 de 7 en triples) y 17 de 21 desde la línea de personal. También repartió 9 asistencias. Le acompañaron Max Strus (23 puntos con 5 triples y 8 rebotes) y Jarrett Allen (22 puntos y 12 rebotes) pero Ty Jerome estuvo fatal (2 puntos con 1 de 14).
Los Warriors sorprenden a Minnesota
Por otra parte, Stephen Curry sufrió una distensión en los isquiotibiales y abandonó el partido en el segundo cuarto, pero los Golden State Warriors se sobrepusieron a la ausencia de su líder y vencieron a unos muy decepcionantes Minnesota Timberwolves por 88-99.
El segundo duelo de esta semifinal del Oeste se jugará este jueves también en Mineápolis.
La NBA está viviendo unos 'playoff' apasionantes, llenos de sorpresas y con giros de guion en todos los encuentros. El mejor ejemplo es que, por primera vez desde que en 1983-1984 se instauró el formato actual de las eliminatorias, todas las semifinales de conferencia empezaron con un triunfo visitante.
Así, los Warriors (séptimos del Oeste) se unieron con su 0-1 ante los Wolves (sextos) a los Denver Nuggets (0-1 contra los Oklahoma City Thunder), los New York Knicks (0-1 frente a los Boston Celtics) y los Indiana Pacers (0-2 ante los Cleveland Cavaliers).
Pero la alegría por este triunfo quedó ensombrecida para Golden State a la espera de conocer el estado físico de Curry, algo que podría cambiar radicalmente la serie. El base solo pudo jugar 13 minutos en los que aportó 13 puntos.
Sin su estrella, los Warriors ofrecieron una magnífica actuación coral y brillaron en defensa hasta ahogar a unos Wolves pésimos. Steve Kerr, con su equipo muy cargado tras la extenuante serie de siete partidos ante los Houston Rockets, recurrió con éxito a una larguísima rotación de doce hombres y la apuesta le salió de maravilla.
Jimmy Butler, abucheado en cada jugada por su pasado en los Wolves, rozó el triple-doble con 20 puntos (7 de 20 en tiros), 11 rebotes y 8 asistencias. Buddy Hield siguió brillando en la anotación con 24 puntos (5 de 8 en triples) y 8 rebotes. Draymond Green también se quedó cerca del triple-doble con 18 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias.
En cambio, los Wolves ofrecieron una imagen desastrosa, impropia de un equipo que hasta ahora había deslumbrado en estos 'playoff'.
Solo metieron un 39,5 % de tiros de campo con un ridículo 5 de 29 en triples (17,2 %) frente al 18 de 42 (42,9 %) de Golden State. Siempre fueron a remolque de los Warriors y, a pesar de su superioridad física, perdieron la batalla por el rebote (41 por 51).
Anthony Edwards firmó una primera parte terrible pero reaccionó para acabar con 23 puntos (9 de 22) y 14 rebotes. Naz Reid sumó 19 puntos y Julius Randle logró 18 puntos y 6 asistencias.