Los Lakers entre la espada y la pared
Pierden ante Minnesota y caen abajo 3 a 1 en la serie
A una sola derrota de irse de vacaciones. En esta situación límite se encuentran Los Angeles Lakers de Luka Doncic y LeBron James, que cayeron este domingo ante los Minnesota Timberwolves por 116-113 en un partido impresionante y que están abajo por 3-1 en la primera ronda.
Frente a unos Wolves encabezados por un fantástico Anthony Edwards y repletos de músculo, garra y centímetros, los Lakers lo dieron todo para sacar adelante este duelo crucial, tanto que en toda la segunda parte solo emplearon a los cinco jugadores que forman su mejor quinteto: Doncic, LeBron, Austin Reaves, Rui Hachimura y Dorian Finney-Smith.
Pero ese brutal órdago de JJ Redick les pasó factura en una recta final a la que llegaron totalmente agotados. Aun así, tuvieron un +2 a falta de 1.29 y un triple sobre la bocina de Reaves para forzar la prórroga pero salió cruz.
Esta vibrante y apasionante eliminatoria entre Lakers (terceros del Oeste) y Wolves (sextos) regresa ahora a Los Ángeles, donde se jugará el quinto partido el próximo miércoles.
Doncic jugó 46 minutos y acabó con 38 puntos (13 de 28 en tiros con 5 de 12 en triples), un rebote y 2 asistencias. Un eterno LeBron también disputó 46 minutos y terminó con 27 puntos (5 de 9 en tiros y 15 de 18 desde la línea de personal), 9 rebotes y 12 asistencias. Hachimura sumó 23 puntos y Reaves aportó 17 puntos y 7 rebotes.
En estos Wolves feroces y temibles, Edwards volvió a dar un recital con 43 puntos (12 de 23), 9 rebotes y 6 asistencias. Se salió en el cuarto periodo con 16 puntos para la remontada de Minesota.
También fueron fundamentales Julius Randle (25 puntos y 7 rebotes), Jaden McDaniels (16 puntos y 11 rebotes) y Naz Reid (12 puntos).
El mordisco de los Wolves
El primer punto de interés del partido era ver cómo se encontraba Doncic tras sus problemas de estómago que le mermaron claramente en el tercer encuentro, pero pronto quedó claro que este domingo ya estaba recuperado.
El genio esloveno brilló en la primera parte con 21 puntos y compartió protagonismo con un LeBron también estelar con 22 puntos. La defensa local solo pudo frenarle a base de faltas y 'King James' llegó al descanso con 12 de 14 en tiros libres.
Los Lakers no tenían a dos jugadores con 20 o más puntos en una parte en el 'playoff' desde Kobe Bryant y Shaquille O'Neal en 2002.
El problema fueron los secundarios, empezando por un Reaves con tres faltas y que se fue al intermedio sin anotar. Solo Hachimura echó una mano con 10 puntos.
Los angelinos llegaron a ganar de 12 en el primer cuarto pero los Wolves, de menos a más, acabaron la parte por delante (61-58) gracias a Randle (21 puntos) y Edwards (19).
El susto lo dio Edwards después de que LeBron cayera sobre él en una acción fortuita. El líder de Minnesota quedó doliéndose en la cancha pero por fortuna pudo continuar.
La osada apuesta de Redick de jugar toda la segunda mitad con solo cinco jugadores arrancó de maravilla con un 0-14 de parcial en el tercer cuarto. Apareció por fin Reaves (11 puntos) y los Wolves ofrecieron síntomas de frustración como un codazo de Rudy Gobert a LeBron que se saldó con flagrante de tipo uno.
Fue un cuarto prácticamente perfecto para los californianos, con un 23-36 que les condujo al último periodo con margen (84-94).
Pero Edwards volvió a la carga en el desenlace. El escolta empezó a soltar artillería pesada, Reid se apuntó a la fiesta, los Lakers daban evidentes señales de cansancio y los Wolves completaron la remontada a falta de 3.47 (105-104).
Con +4 para los locales y 2.11 en el reloj, los Lakers hicieron su último intento a la desesperada con más corazón que cabeza. Primero fue un triple de Reaves, luego un taponazo de LeBron y después otro tiro de tres de Finney-Smith. Volvían a estar arriba por 111-113 a falta de 1.29.
Ya no meterían más puntos. Los Wolves sacudieron a los Lakers con un dos más uno de McDaniels, LeBron perdió un balón crucial y además James cometió falta sobre Edwards en una jugada ganada por un 'challenge' de Chris Finch.
Con 116-113 después de los tiros libres de Edwards, Reaves tuvo un triple sobre la bocina pero no entró y los Lakers se llevaron otro mordisco de los Wolves que podría resultar definitivo.
