OPM y Universidad Albizu se Unen para Desmontar los “Mitos sobre la Violencia de Género”
La Procuradora de las Mujeres hizo un llamado a la reflexión profunda sobre el problema

Foto: Suministrada

La Oficina de la Procuradora de las Mujeres (OPM), en una colaboración estratégica con el Programa de Consejería Psicológica de la Universidad Albizu, reafirma su participación en la campaña internacional de los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género. Esta iniciativa busca prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres mediante actividades de sensibilización, orientación y servicios disponibles para la comunidad.
Dicha alianza promueve la educación, la prevención y la acción comunitaria para erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas. Durante este período, la OPM comparte la iniciativa educativa “Mitos sobre la Violencia de Género”, que busca desmontar ideas erróneas y promover una cultura de respeto y equidad. Las cápsulas, dirigidas por la doctora Esther Figueroa, psicóloga de la OPM y tienen como meta profundizar la comprensión pública sobre el tema.
La Lcda. Astrid Piñeiro Vázquez, procuradora de las Mujeres, enfatizó que esta campaña está alineada con la política pública de la gobernadora Jenniffer González Colón, la cual está centrada en la erradicación de todas las formas de violencia, el respeto a la vida y el fortalecimiento de la protección para las víctimas y sobrevivientes.
La procuradora destacó, “buscamos un enfoque integral y colectivo, asegurando que las víctimas sean atendidas de forma digna y segura, y que se dote a los componentes de ley y orden de los protocolos necesarios para su intervención efectiva”.
Vázquez Piñeiro hizo un llamado a la reflexión profunda sobre el problema. “La violencia de género se alimenta de la ignorancia y de los prejuicios sociales. Es por eso por lo que, durante estos 16 Días, reafirmamos nuestro compromiso con la igualdad, la justicia y la seguridad de todas las mujeres, invitando a la ciudadanía a reflexionar sobre aquellas creencias y actitudes que, muchas veces sin darnos cuenta, normalizan o justifican la violencia”, sostuvo.
Al referirse directamente a la iniciativa educativa, la Lcda. Piñeiro Vázquez declaró, “es imperativo entender que la violencia no es solo un golpe. Si no hay golpes, no es violencia, es el mito más peligroso. La realidad es que la violencia incluye muchas formas—psicológica, emocional, económica, cibernética—que dejan secuelas profundas y duraderas, y debemos nombrarlas y combatirlas todas”.
Sobre la responsabilidad social, la procuradora puntualizó, “debemos desmantelar la idea de que la víctima debe resolverlo sola, que es un asunto privado. La violencia doméstica es un problema social y de salud pública que requiere la atención del entorno, de las instituciones y, principalmente, del Estado. La indiferencia también perpetúa la violencia”.
Finalmente, la Lcda. Piñeiro Vázquez enfocó la complejidad de salir de la relación violenta y el apoyo institucional, “las víctimas no regresan porque no quieren ayuda, sino porque salir de una relación violenta es un proceso complejo que requiere apoyo psicológico, social y legal constante. Nuestro trabajo, en colaboración con instituciones como la Universidad Albizu, es ofrecer esa red de apoyo seguro y profesional, especialmente porque la etapa más riesgosa puede ser tras la separación, y el acompañamiento es vital”.
Mitos Desmontados: Educación para la Equidad
La colaboración con el Programa de Consejería Psicológica de la Universidad Albizu permitió detallar y desmentir mitos comunes, tales como:
•Mito: “Si no hay golpes, no es violencia”
Realidad: La violencia incluye formas no físicas como la psicológica, emocional, sexual, económica, cibernética y verbal.
•Mito: “La víctima debe resolverlo sola, es un asunto privado”
Realidad: La violencia doméstica es un problema social y de salud pública, que requiere la atención del entorno y del Estado.
•Mito: “La violencia doméstica solo ocurre en familias pobres o con poca educación”
Realidad: Ocurre en todos los niveles socioeconómicos, educativos y culturales.
•Mito: “Si hay amor, se puede cambiar al agresor”
Realidad: La violencia requiere intervención profesional y responsabilización del agresor, no se corrige con amor.
•Mito: “Las víctimas siempre vuelven porque no quieren ayuda”
Realidad: Salir es un proceso complejo que requiere apoyo psicológico, social y legal; no es falta de voluntad.






